martes, 27 de octubre de 2009

Y va un poema de protesta

ROJO SOL EN UN INFIERNO

Matando, masacrando, decían: ¡En nombre de esta cruz te convertimos!
Y cortaron las venas del indio, secando vida en flor.
Tierras libres, se frotaron las manos.
Listas a repartir. Lejos la corona custodiando.

Olvidamos a los dueños originarios,
Hijos de los lugares que llamamos hogar.
De ellos tambien fue casa, amor, y vida
Sin daños a terceros, compartían armonía natural.

Legado de hambre, cruz, represión y el filo del hierro
Legado de codicia, traición, paraiso e infierno.
Impusieron dios único en el cielo.
¡No! no es aquel que con su luz y calor nos ilumina de día.

Recibir el azote en silencio, obedecer como un perro.
Así los amanzaron, a base de sangre y fuego.
Presos de algo que nunca quisieron.
Potosí es hoy tumba de miles, por plata y oro para un reino.

En nombre de dios, llegaron de lejos.
Cubiertos de piel en luz, corazones negros.
Sobre bestias, aplastaron todo lo que crecía.
El sol cubierto de rojo velo, sus lágrimas en duelo.

Legado de hambre, cruz, represión y el filo de hierro.
Legado de codicia, traición, paraiso e infierno.
Imponiendo dios único en el cielo
Obligados a creer en Jesus, para olvidar sus orígenes

Legado de hambre, cruz, represión y el filo de hierro.
Legado de codicia, traición, paraiso e infierno.
Imponiendo dios único en el cielo
Obligados a creer en otro cielo, en su propio suelo.

Fin
Compuesta por Miguel Angel Zenteno
(21/09/09)

Para los hijos de esta tierra, para los hijos del sol.

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