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Que extraño como pasan las cosas, no recordaba que habia escrito unos versos en un carton perdido entre tantas porquerias en mi depto.Yo tomé ese carton para continuar escribiendo otras cosas en un papel sulfito que saqué del trabajo, y para mi sorpresa me encontre con las siguientes estrofas.:

En piel de lobo

Libre cual lobo en su bosque
sentiré el viento mi piel rozar
correré por mi futuro
correré sin cansancio que nadie podrá detenerme.

Verás que de esta prisión de acero saldré
aunque ellos no lo crean, volar podré.
Si alguien se interpone mis colmillos le enterraré
Si alguien se interpone su carne desgarraré

Mira mis ojos, brillo querrero
Miro la Luna, una triste canción siento
Pelear es lo único que me queda.
Soldado de la luna siempre seré.

Aullido nocturno, muestra mi fuerza infinita
Matar para vivir es la ley de la naturaleza
Nacer o morir en un ciclo que se cierra.
Así viviré, siempre tras mi presa.

Aullo al viento anhelando verla
Corro, con esperanza de encontrarla,
sentirla, tenerla, quererla
Extrañando su aliento, sus colores, su fuerza

Aullo al viento con tristeza
Aullo al viento llamandola
Aullo al viento esperando una respuesta
Aullo al viento, aullo, aullo y aullo
Caigo presa del frio y el sueño

Fin
Escrito por Miguel Angel Zenteno

Fecha indeterminada, aproximadamente entre Mayo y Septiembre del 2005.
Recuerdo que estas estrofas las escribí en una navegación mientras patullabamos en el Atlantico Sur frente a las islas Malvinas y los canales fueguinos, en esos días, había empezado a cursar la Formación Básica en la Malharro y tanto navegar me ponía como loco porque veía peligrar mi permanencia en las cursadas de la escuela. Eso me hacia dudar si eso era lo que quería, el llevar una vida como militar, navegando en barcos de guerra, y cubriendo guardias en puerto, sin saber otra cosa que hacer y ser un reprimido, un mediocre sin otra profesión.
Despues de analizar mis intentos de estudiar en la Facultad de ingeniería en MDP, y tener que abandonarlas siempre por la navegaciones de mi unidad, que me dejaban fuera de contexto a mi regreso de cada navega.
No quería dejar otra carrera y que forme parte de todas las cosas que largué o me ví obligado a abandonar, no podía abandonar la lucha, esta vez nó, habia encontrado una nueva forma de ver el mundo o de hacer ver mis mundos.
Porque si en esta vida nos vemos obligados a dejar cosas, a resignar privilegios, comodidades la materialidad del mundo en que estamos inmersos, para llegar a algún lado quisiera gritar a todos esos que siempre te ponen trabas o peros en tu camino :

LOS SUEÑOS NO SE RESIGNAN, LOS IDEALES TAMPOCO
La revolución empieza primero en tu corazón y luego en tu mente, en tu razón.